Como es bien conocido por todas aquellas personas que nos hayan visitado en alguna ocasión, somos amantes de la piedra ya que el mismo Horacio se dedicó a la cantería en sus tiempos mozos.
Ahora son las manos de Carlos las que moldean cada uno de los trozos de piedra, para dar forma a estas preciosidades, nos sentimos muy orgullosos de tener todo este repertorio de figuras adornando nuestros jardines.
He de reconocer que en un primer momento el pozo era mi favorito, pero el sonido del agua y la iluminación nocturna de la fuente, me enamoraron por completo.